Dos años después del lanzamiento de su último disco, Harry Styles estrenó Harry’s House, su tercer disco.
El nombre, que hace referencia a la canción Harry’s House/ Centerpiece de Joni Mitchell, deja claro el eje temático del proyecto: el hogar
El álbum está compuesto por 13 canciones, divididas en dos bloques, a través de las cuales el artista explora todas las dimensiones del concepto “casa”. El significado físico y tangible de la palabra está presente de forma explícita en las letras y sirve para situar las canciones en distintos escenarios, el otro, el simbólico, figurativo y emocional, subyace en la parte argumental.
Harry’s House es, en esencia, una reflexión sobre cómo el amor, la familia, el paso del tiempo y la relación con uno o una misma cumplen un papel tan importante en la construcción de un hogar como los cimientos en la de una casa.
La primera parte del tracklist abre con «Music for a Sushi Restaurant», «Late Night Talking» y «Grapejuice», tres temas que ya dejan claro algunos de los rasgos más característicos del disco, un tono liviano y positivo en gran parte de las melodías, las relaciones amorosas, con referencia a Olivia Wilde incluída en As It Was, como mayor constante narrativa y la triunfal combinación entre una composición sonora clásica y una producción y mezcla contemporáneas.