Música

A 30 años del lanzamiento de «La Mosca y la Sopa»

today27 de octubre de 2021

Después de un convulsionado período caracterizado por maratónicas presentaciones en el estadio de Obras Sanitarias y por tristes acontecimientos -la muerte del joven Walter Bulacio-, en los cuales Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota fueron involuntarios protagonistas, el 27 de octubre de 1991 salía a la venta «La mosca y la sopa», el quinto disco del grupo.

La grabación se llevó a cabo entre octubre de 1990 y agosto de 1991 y fue varias veces interrumpida por las mencionadas actuaciones en Obras, las vacaciones -algunos redondos anduvieron de paseo por España- y el caso Bulacio, un pibe que tenía 17 años, que terminó asesinado,  como consecuencia de la privación ilegal de la libertad que sufrió por el sólo hecho de querer asistir, por primera vez en su vida, a un recital de rock. “Hoy, cuando ya nadie discute que a Walter lo mató la policía, lo que decimos es que el Estado argentino no cumplió con la sentencia de la Corte Interamericana de DDHH (CIDH), que le ordenó en 2003 que ponga fin a las detenciones arbitrarias de las fuerzas policiales”, María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).

Verdú sostuvo que “más de la mitad de las personas muertas en comisarías no estaban acusadas por ningún delito, sino demoradas por averiguación de antecedentes, para identificarlos, por una contravención o como resultado de una razzia”, como sucedió en el caso de Bulacio, detenido con otros 72 jóvenes que pretendían presenciar, en el estadio Obras Sanitarias, de un recital de Los Redonditos de Ricota.

La sentencia de la CIDH

El 18 de septiembre de 2003, se conoció el fallo:

“La Corte considera probado que en la época de los hechos se llevaban a cabo en la Argentina prácticas policiales que incluían las denominadas razzias, detenciones por averiguaciones de identidad y detenciones por edictos contravencionales de policía.

El Memorándum 40 facultaba a los policías para decidir si se notificaba o no al juez de menores respecto de los niños o adolescentes detenidos (supra 69.A.1). Las razzias son incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales, entre otros, de la presunción de inocencia, de la existencia de orden judicial para detener -salvo en hipótesis de flagrancia- y de la obligación de notificar a los encargados de los menores de edad.”.

La Corte IDH ordenó al estado argentino que adopte “las medidas legislativas y de cualquier otra índole que sean necesarias para adecuar el ordenamiento jurídico interno a las normas internacionales de derechos humanos, y darles plena efectividad, de acuerdo con el artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.

En ese contexto emergió este disco y en relación a las enigmáticas letras de Los Redondos, el Indio dijo: «A las letras las pueden interpretar cada uno como quiera y no son para entenderlas. Los chicos están muy educados para entender cosas que en realidad tendrían que sentir. El objetivo fundamental es el sentimiento y no la comprensión, porque el sentimiento también es una forma de comprender más allá de que no haya una interpretación racional de las cosas. Tampoco queremos caer en un surrealismo vital. Creo que cada cosa tiene una lógica, lo que pasa es que esa lógica depende de las pistas que cada uno tiene para desentrañarla».

El álbum incluye canciones que más tarde se convirtieron en clásicos del grupo como «Mi perro dinamita» y «Un poco de amor francés». También tiene otras composiciones destacables como «El pibe de los astilleros» y «Queso ruso», esta última con una compleja lírica que refleja la situación después de la primera Guerra del Golfo. El tema «Tarea fina» aparece únicamente en la edición en CD.

Además del Indio Solari en voz y Skay Beilinson en guitarras, conformaban Los Redondos en aquel momento Semilla Bucciarelli en bajo, Sergio Dawi en saxofón, armónica y piano y Walter Sidotti en batería y percusión. Lito Vitale -aportó teclados en «Blues de la artillería»- y Luis Robinson -en ese momento en La Mississippi– fueron los músicos invitados. El arte de tapa, como no podía ser de otra manera, fue confiado a Rocambole, autor de las portadas de todos los discos de la banda.

Escrito por xradio

0%