Música

30 años de un disco fundamental del rock nacional

today1 de junio de 2022

Para medir el impacto de los hechos que moldean nuestra vida, los sociales, políticos o culturales, el paso de los años suele ser el mejor tamiz. Y aunque “El Amor después del amor” haya sido el disco más vendido de la historia argentina, que aún hoy estemos hablando de él, 30 años después de su publicación, habla más de estar ante un acontecimiento fundamental en la historia del rock nacional que de un éxito del marketing noventoso.

En una Argentina que llevaba apenas cinco meses de Convertibilidad, cuando un peso valía un dólar; que lloraba con estupor los muertos en el atentado a la Embajada de Israel y que en la televisión se dividía como un clásico entre la TV Ataca de Mario Pergolini y el Show de Videomatch de Marcelo Tinelli, el 1 de junio de 1992, Fito Páez sacaba su séptimo disco de estudio «El amor después del amor».

En el contexto del rock nacional, Charly García venía de grabar Filosofía barata y zapatos de goma, que salió al mercado en 1990; Luis Alberto Spinetta había presentado Peluson of milk, editado en 1991; Andrés Calamaro -junto con Los Rodríguez- también en 1991 había lanzado Buena Suerte y en 1992 publicaría Disco pirataGustavo Cerati -con Soda Stereo- se preparaba para editar Dynamo el 1 de octubre, el disco más experimental de la banda, pero también en ese 1992 -en marzo- había publicado Colores Santos con su amigo Daniel Melero; y el Indio Solari -con Los Redonditos de Ricota- venía de presentar La mosca y la sopa en 1991.

Fito, si bien Eya era un músico reconocido y gozaba de cierta popularidad, todavía no formaba parte del «selecto grupo» de artistas del rock argentino, cetro que iba a conseguir a partir de este trabajo que hoy cumple 30 años.

La propuesta del rosarino contó entre otros con las colaboraciones de Charly García, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro, Mercedes Sosa y hasta Gustavo Cerati… como una constelación que marcó e impulsó cada track del disco.

En la línea de tiempo, el primer impacto había ocurrido el 6 de abril, cuando se lanzó el primero de los ¡diez! cortes que tuvo el álbum, algo inédito para entonces. La canción que le dio nombre al disco, con Claudia Puyó acompañando a Fito en las voces, inició una revolución en las radios y en las disquerías, en tiempos sin otros caminos para encontrarse con la música.

Los demás cortes serían «Dos días en la vida», «La Verónica», «Pétalo de sal», «Tráfico por Katmandú», «Un vestido y un amor», «Tumbas de la Gloria», «Brillante sobre el Mic», «A rodar mi vida» y «La rueda mágica», este último lanzado casi un año y medio después del disco. Como se suele bromear en estos casos: No fue un compilado de “grandes éxitos”. Sino todas canciones exitosas. Fue un antes y después en la brillante carrera del rosarino y claro está el disco se ubicó entre las grandes obras de nuestra música popular, marcando varias generaciones.

La musa inspiradora
Dicen que detrás de toda obra de arte, hay una inspiración. Y en este caso tiene nombre y apellido. Fito Paéz conoció personalmente a Cecilia Roth en 1991 aunque ella ya lo había impactado casi una década atrás. La primera vez que vio a la actriz fue en 1983, cuando -sentado en una butaca de un cine- observó el film Laberinto de pasiones, dirigido por Pedro Almodóvar. En ese momento, Roth vivía en España y para Fito era un amor platónico.

Pero en 1991 ese romance imposible ya no estaba tan lejos de concretarse. Al menos, la distancia entre ambos ya era mucho menor. Ella se encontraba en Buenos Aires, donde había regresado para recuperarse de una hepatitis, pero con intenciones de volver pronto a España. Sin embargo, tras empezar a verse con Fito, cambiaría de opinión.

El primer encuentro se dio en una fiesta de disfraces en Punta del Este, donde él le dijo una frase que recordarían a lo largo de los años: «¿Nena, me servís vino?» Ella era una mujer casada y, al comienzo, estaba reticente por ese motivo. Sin embargo, se enamoró del cantante y pronto comenzaron a salir.

¿Qué tiene que ver todo esto con El amor después del amor? Bueno, mucho. Por ejemplo, Un vestido y un amor fue un tema que Fito compuso en el departamento de Cecilia. «Esta canción surgió una noche, yo no tenía ni 30 años. Terminé en la casa de una mujer que nunca pensé que me fuera a dar bola. Era la mañana y ella quería que me fuera», contaría Páez en el Planetario en 2012, en un concierto en el que celebró los 20 años del disco. Él no quería irse. Encendió un cigarrillo, se sentó en el piano del hermano de ella y se puso a componer esa canción.

Y lo mismo con otras composiciones. En realidad, con el disco entero, que tiene un guiño permanente a su musa inspiradora. «Conocí a una mujer maravillosa que me cambió la vida. Se llama Cecilia Roth. Como yo no hago los discos aparte de mi vida, quedó todo el colorido de esta relación en mi último LP «, narraba Fito cuando la placa salía a la venta.


El Amor después del amor” se convirtió en el disco más vendido de la música popular argentina, con más de 1.100.000 unidades compradas y fue colocado en el puesto Nº 13 de la lista de los 100 mejores álbumes del rock argentino según la revista Rolling Stone.

De acuerdo con los datos recogidos por el periodista Marcelo Fernández Bitar, volcados en su libro 50 años de rock en Argentina, la placa de Páez agotó 30.000 copias en dos días y 20.000 más en una semana. Fito llenó diez veces el teatro Gran Rex y, a fin de año, llevaba vendidas 175.000 unidades.

Además de que “El Amor después del amor” será el nombre de la serie autobiográfica de Fito Paez que ya comenzó a filmarse y estrenará Netflix próximamente, el disco volverá a ser grabado, de acuerdo a lo anunciado por el rosarino en una entrevista en «Caja Negra», el ciclo de charlas de Filo.News. Según dijo tendrá su versión actualizada y aggiornada al Fito de hoy y también se animó a adelantar algunos nombres con los que le gustaría reversionar, entre ellos: Bizarrap, Nathy Peluso, Dillom al que dijo que quiere muchísimo como también a Ca7riel y Paco Amoroso entre las nuevas caras de la escena actual. Pero también estarían otros clásicos como Rubén Rada, Caetano Veloso, Buarque o Elvis Costello.

Escrito por xradio

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